Estaréis de acuerdo conmigo en que los bolardos son la cosa más fea y dañina que se pueda encontrar en una ciudad. Ya sé que cumplen la función de limitar los espacios a los vehículos, pero también se encargan de rompernos las rodillas si vamos un poco distraídos. A quién no le ha pasado…..

En su página de internet, el colectivo Urban Knitting asume con orgullo la acción que llevaron a cabo el pasado domingo al mediodía y para la cual habían convocado a sus seguidores, aportando las medidas de los bolardos y anunciando su intención de «vestir» esos elementos urbanos que evitan la invasión de aceras por los coches.

En pleno corazón del barrio del Carmen, junto a la plaza del Negrito, diez bolardos aguantan el calor perfectamente enfundados con piezas de alegres colores.
 

Bolardos de Valencia decorados en ganchillo

 

Abogo por que este tipo de iniciativas se repitan en otros sitios y así le daremos un toque más alegre a los espacios públicos.
 
Leído en: Urban Knitting Valencia.