Esther Sáez es una joven de 27 años que pasa sus horas muy cerca del mar en el municipio de Garrucha  (Almería) y donde las olas le sirven de inspiración para, bastidor en mano, empezar a crear unos 100% artesanales que conquistan a grandes marcas por su técnica realista.

Allí nos cuenta que “El bordado realista es tratar de que la pieza se parezca lo máximo posible a la realidad como si de una fotografía se tratase, para lo que es muy importante seleccionar bien los hilos, los colores y mimar cada detalle para afinar la precisión”.

Cola Cao, Jumpers o Vidal son algunas de las marcas con las que ha colaborado gracias a su técnica y su pasión. “Las empresas me contactan para hacer una colaboración en la que yo les bordo un diseño relacionado con alguno de sus productos y ellos la comparten en redes dándole visibilidad a mi trabajo y haciendo una campaña publicitaria diferente”, explica.

 

Lo que empezó para ella como un hobby hace ya cerca de un lustro, ahora se ha convertido en un verdadero arte que no deja a nadie indiferente.